El Taxi o turismo de servicio público sigue convirtiéndose en el sustento de decenas de miles de familias en todo nuestro país. Conclusión que uno extrae fácilmente en el INE, donde el número de licencias en todo el territorio español alcanza casi ya las 60.000, teniendo en cuenta principalmente que el liderazgo de Madrid y Barcelona es contundente respecto al resto de ciudades.
No obstante, pese a esta tendencia clara, no podemos negar que dicha estadística no se cumple en cada ciudad ni en cada Comunidad Autónoma, puesto que en algunas ciudades como Huelva, es cada año más difícil mantener este servicio público.
Las causas que hacen que este transporte privado de servicio público consiga mantenerse, sin olvidar que sus trabajadores tan bien han sido afectados por esta crisis económica con menores ingresos incluso en las ciudades de mayor volumen de ciudadanos y turistas, son muy variadas:
– Una licencia de Taxi es una inversión rentable, con un precio bastante elevado y que en muchas comunidades como la madrileña, tan sólo se puede realizar mediante la compra-venta con propietarios o flotas. El valor de una licencia, independientemente del coche, oscila bastante dentro de una cantidad considerable (60.000 las más baratas a 120.000 de media en Madrid o Barcelona).
– Es un trabajo que genera dinero de manera inmediata, su inversión se ve de manera temprana dando frutos, aunque recuperar la inversión inicial conlleve varios meses o años.
– Cada vez hay más profesionales con cartilla de taxi aunque hayan aumentado los requisitos mínimos (obligatoriedad de Graduado Escolar, un mínimo de nivel de inglés, carecer de enfermedades como el VIH) además del siempre necesario BTP y cartilla de taxi.
– La limitación del horario profesional del taxi a 16 horas (sólo 1 conductor) y 18 (en dos conductores), ha eliminado la explotación que ha supuesto este trabajo en flotas con varios profesionales provocando grandes contrastes y consecuencias a los taxistas y únicos propietarios.
– Pese a ser considerado un medio de transporte caro para el transporte rutinario, resulta vital dentro del turismo con unas condiciones excepcionales.
– El taxi pirata y el intrusismo laboral está muy presente en las grandes ciudades, problema que pese a agrandarse empieza a tener medidas preventiva e informativas como la carencia de cualquier tipo de seguro para los viajeros o la falta de regularización económica bajo el taxímetro.
– No todo es favorable, puesto que para todo taxista no todo son ingresos: pago de seguridad social como autónomo, combustible, seguro a todo riesgo, ITVs más periódicas que otros tipo de turismos, desgaste mecánico a consecuencia del uso constante de su herramienta de trabajo…
El futuro del Taxi
El porvenir de este trabajo parece indicar un camino óptimo, aunque recuperar los datos y cifras de hace varios años sea algo complicado y en dependencia casi absoluta en el turismo. Sin embargo, mantiene este crecimiento progresivo incluso en las peores épocas.
Afortunadamente para la economía del país, los taxistas sustentan a varias decenas de familias aportando un cierto equilibrio en tiempos inestables.
Madrid tan sólo va a reducir la cifra de taxis, no aumentar, tal y como han indicado desde el propio ayuntamiento madrileño.